EUROPA
PRESS
8 julio
2021
Las
mujeres con incontinencia sufren peor salud mental
Las mujeres con incontinencia urinaria
presentan mayores índices de depresión y menores niveles de autoestima que las
que no padecen esta enfermedad, según una investigación reciente presentada en
el congreso de la Asociación Europea de Urología, EAU21.
El equipo responsable del estudio insta a los médicos a
preguntar a las mujeres con incontinencia sobre su salud mental y a ofrecerles
posibles tratamientos.
La incontinencia urinaria femenina es un trastorno común,
sobre todo entre las mujeres mayores, pero se ha investigado muy poco su
impacto en la salud mental de las mujeres.
Margarida Manso y sus colegas del Centro
Hospitalario Universitario de São João, en Portugal, se basaron en los datos de
una encuesta poblacional realizada por el Ministerio de Sanidad portugués cada
cinco años, en la que se pregunta a los encuestados sobre diversos aspectos de
la salud y el bienestar.
Analizaron las respuestas de unas 10.000 mujeres de 18 años
o más, y compararon la prevalencia del diagnóstico de depresión, el uso de las
consultas de salud mental, las dimensiones de la enfermedad mental y los
comportamientos adictivos -el tabaquismo y el consumo de alcohol- entre las mujeres
que declaraban o no la incontinencia urinaria.
Descubrieron que alrededor de una de cada diez mujeres
declara tener incontinencia urinaria, lo que aumenta a cuatro de cada diez para
las mayores de 75 años.
Las mujeres que declaraban incontinencia tenían un 66% más
de probabilidades de ser diagnosticadas de depresión y de acudir al médico con
más frecuencia por motivos de salud mental; tenían un 65% más de probabilidades
de declarar su estado de salud como malo, más dificultades para concentrarse y
más sentimientos de culpa y menor autoestima que las mujeres sin incontinencia.
No hubo diferencias sustanciales en el consumo de tabaco o alcohol entre los
dos grupos.
La uróloga Margarida Manso afirma
que "los altos niveles de depresión y baja autoestima de las mujeres que
declararon tener incontinencia son muy preocupantes. La incontinencia urinaria
puede tratarse y, aunque el tratamiento puede tener algunos efectos
secundarios, para algunas mujeres éstos pueden ser preferibles a las
repercusiones de la enfermedad en la salud mental", añade.
"Creemos que la conversación entre las pacientes y sus
urólogos debe cambiar, defiende. Los médicos deberían preguntar a las pacientes
por su salud mental cuando hablen de los tratamientos, porque tratar sus problemas
físicos podría ayudar a paliar el coste psicológico de la enfermedad".
Por su parte, el profesor Christopher Chapple,
secretario general de la EAU, del Sheffield Teaching Hospitals NHS Foundation Trust
(Reino Unido), afirma que "la incontinencia urinaria es una afección
clínica muy importante que a menudo no es reconocida por los médicos hasta que
los pacientes llevan tiempo sufriéndola".
Asegura que "tiene un impacto devastador en cualquier
persona afectada, sobre todo en las mujeres, pero también en algunos hombres.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, la incontinencia urinaria puede
mejorar significativamente o curarse con el tratamiento adecuado, basado en la
evaluación clínica, como se detalla en las Directrices de la Asociación Europea
de Urología 2021. Es importante que los pacientes con incontinencia urinaria
sean identificados en una etapa temprana después de su desarrollo e
investigados y tratados adecuadamente", reclama.